martes, 11 de diciembre de 2012


Un bodhisattva es un ser que vive despierto y con el corazón abierto, comprometido con la transformación de la realidad en la que vive. Es un sabio compasivo que asume la responsabilidad de salvar a todos los seres. Todos podemos conectar c
on el espíritu del Bodhissatva cultivando la presencia amorosa, la bondad, la humildad, la generosidad y la compasión. Las paramitas o camino de perfección son las principales prácticas del Bodhisattva.

1. Dhana paramita: Generosidad. Entrega incondicional a la vida cotidiana. Si hay entrega no hay ansiedad ni aburrimiento, y cada instante es un momento pleno.

2. Sila paramita: Virtud. Coherencia. Honestidad. Buena voluntad, hacer el bien, no dañar a otros ni con el cuerpo, ni con la mente, ni por medio de la palabra.

3. Kshanti paramita: Paciencia. Tolerancia. Receptividad. Todo tiene su ritmo, la evolución tiene sus propios ritmos, la ley del Dharma tiene su Sabiduría. Aceptación del fluir de la Vida.

4. Virja paramita: Vigor. Coraje. Perseverancia. Conectar con la Fuente para aumentar la energía y la claridad para ver y actuar.

5. Dhyana paramita: Atención, concentración, meditación. Cultivo diario del Ser a través de la meditación para actuar desde el corazón. Comprometidos con el despertar para transformar la realidad.

6. Prajna paramita: Sabiduría. Discernimiento. Visión. Comprensión de la naturaleza del mundo y de la mente. Ley causa-efecto.

Desde la perspectiva Budista, todos los seres formamos una red interconectada, una red donde en cada nudo hay una piedra preciosa –un ser humano- cuya experiencia se refleja e ilumina todas las demás. Si cada uno de nosotros ejercita la generosidad, la tolerancia, la honestidad …si cada uno hace su práctica de meditación diaria y se alinea con el Universo nos iremos “contagiando” -como se contagia la alegría- y la red de Indra brillará con más intensidad y el cambio de conciencia, aunque nos lleve un tiempo, se dará por añadidura.

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