La palabra mudra pertenece al sánscrito y significa a la vez “sello”, “gesto”, y “puesta en marcha de la alegría espiritual”. Se trata de figuras o posturas de ...las manos cuyo mensaje –a diferencia de un pulgar que se levanta como signo de aprobación de algo- es un mensaje netamente interno, íntimo, dirigido hacia el propio cuerpo.
Desde el punto de vista de la medicina oriental, el cuerpo está recorrido por meridianos que entran en acción –o se bloquean- a partir de zonas reflejas distribuidas en diversos puntos de cada órgano. A su vez, las zonas reflejas transmiten información a los 7 chakras, centros energéticos fundamentales de cada ser. Así, los mudras activan los puntos energéticos de las manos, siguiendo principalmente los siguientes parámetros basados en los elementos naturales:
Dedo pulgar: representa el fuego que se alimenta de las energías del cuerpo, o las destruye y quema. Su cometido es el equilibrio y su contacto es con la espiritualidad esencial.
Dedo índice: representa el aire, signo de la creatividad y el pensamiento, así como los estados de ánimo. Se conecta al cuarto chakra.
Dedo medio: está vinculado al éter y posibilita la armonía con el entorno desde lo espiritual. Se relaciona con el quinto chakra.
Dedo anular: se asocia a la tierra, a la conexión con la realidad y los problemas cotidianos. Su chakra es el primero.
Dedo meñique: su elemento es el agua y representa a los otros, a la interacción en comunidad. Asociado al segundo chakra, su función es armonizar y estimular la compasión, la comprensión y la solidaridad.
Práctica de mudras
Equilibrio interno: Mudra Apan Vayu
• El dedo índice queda en contacto con la palma de la mano, el meñique se extiende y el medio, anular y pulgar se tocan en las puntas. Conviene acompañarlo de respiraciones profundas.
En el plano físico estimula el buen funcionamiento del corazón. En el plano espiritual, brinda serenidad, equilibrio y confianza.
Desde el punto de vista de la medicina oriental, el cuerpo está recorrido por meridianos que entran en acción –o se bloquean- a partir de zonas reflejas distribuidas en diversos puntos de cada órgano. A su vez, las zonas reflejas transmiten información a los 7 chakras, centros energéticos fundamentales de cada ser. Así, los mudras activan los puntos energéticos de las manos, siguiendo principalmente los siguientes parámetros basados en los elementos naturales:
Dedo pulgar: representa el fuego que se alimenta de las energías del cuerpo, o las destruye y quema. Su cometido es el equilibrio y su contacto es con la espiritualidad esencial.
Dedo índice: representa el aire, signo de la creatividad y el pensamiento, así como los estados de ánimo. Se conecta al cuarto chakra.
Dedo medio: está vinculado al éter y posibilita la armonía con el entorno desde lo espiritual. Se relaciona con el quinto chakra.
Dedo anular: se asocia a la tierra, a la conexión con la realidad y los problemas cotidianos. Su chakra es el primero.
Dedo meñique: su elemento es el agua y representa a los otros, a la interacción en comunidad. Asociado al segundo chakra, su función es armonizar y estimular la compasión, la comprensión y la solidaridad.
Práctica de mudras
Equilibrio interno: Mudra Apan Vayu
• El dedo índice queda en contacto con la palma de la mano, el meñique se extiende y el medio, anular y pulgar se tocan en las puntas. Conviene acompañarlo de respiraciones profundas.
En el plano físico estimula el buen funcionamiento del corazón. En el plano espiritual, brinda serenidad, equilibrio y confianza.
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